22 de noviembre de 2024

Diez consejos para proteger nuestra identidad digital

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Proteger nuestra identidad digital es crucial porque no hacerlo puede tener importantes repercusiones en nuestro entorno personal, profesional y familiar, advierte la multinacional española de ciberseguridad y gestión de sistemas críticos S2 Grupo.

Estos efectos negativos incluyen perder un trabajo, no ser elegido como candidato para una oferta de trabajo, ser víctima de robo de identidad, tanto digital como físico (cuando informamos dónde vivimos y dónde estamos en todo momento, es simple saber cuando no hay nadie en casa), entre otros inconvenientes.

“Necesitamos concienciarnos de que proteger nuestra identidad digital es tan importante como proteger nuestra identidad en la vida analógica. Muchas personas creen que un comentario, una crítica o una opinión en redes sociales no tiene trascendencia, pero esto no es así. Todo lo que publicamos queda registrado y configura quién somos en el ámbito digital, y esto puede tener importantes repercusiones, quizás no en ese momento, pero pasados unos años podemos arrepentirnos de algo que publicamos”, afirma José Rosell, socio-director de S2 Grupo.

“Nuestra identidad digital se configura con toda la información que publicamos en Internet, comentarios en redes sociales, inscripción en páginas online, registro de datos personales, fotografías, vídeo, cuando decimos dónde vamos, con quién, etcétera. Y todo en Internet deja rastro. Que lo hayamos borrado, no significa que haya desaparecido. Por eso, hemos de proteger qué rastro queremos dejar y cómo hacer que sea seguro para nosotros”, explica, por su parte, Enrique Fenollosa, LATAM general manager de S2 Grupo.

Diez útiles consejos

Ante la importancia de este asunto, expertos de S2 Grupo destacan las siguientes recomendaciones que pueden ayudarnos a proteger nuestra identidad en Internet:

1. Utilizar contraseñas robustas y modificarlas periódicamente.

2. Modificar la privacidad nuestros perfiles en redes sociales según su finalidad. Por ejemplo, quizás tenemos un perfil profesional en el que únicamente compartimos temas relacionados con este ámbito y que dejamos completamente público. Sin embargo, podemos tener un perfil muy privado para compartir cuestiones más personales o lúdicas.

3. Actualizar las apps. Este paso es fundamental para evitar las vulnerabilidades de los programas y aplicaciones que aprovechan los ciberdelincuentes para acceder a información ajena.

4.- No realizar publicaciones comprometedoras. Todo lo que publiquemos deja rastro en Internet. Aunque lo hagamos con un nombre diferente al nuestro, puede averiguarse quién está detrás del perfil. Por lo tanto, publicar fotos, vídeos o comentarios que nos pudieran situar en una posición delicada, es algo que una vez hecho ya no vamos a poder eliminar, aunque así lo parezca. La primera regla para proteger nuestra identidad digital es no publicar aquello que me pudiera dañar en el futuro.

5.- No formes parte de fake news. Actualmente, compartimos noticias porque nos resultan atractivas. Cuando compartes noticias falsas contribuyes a uno de los grandes peligros: la desinformación, que muchas veces viene originada por la ciberdelincuencia. Esto también da forma a nuestra personalidad digital.

6. Escoger adecuadamente las opciones de privacidad en las redes sociales. Decide con cabeza fría quién puede ver qué en tus redes sociales.

7. Cerrar la sesión siempre que accedamos a nuestras cuentas desde equipos ajenos.

8. No publicar contenido con derechos de autor ajenos. Este tipo de prácticas podría acarrear problemas legales.

9. Revisa tu identidad digital periódicamente buscando sobre ti mismo. Desde S2 Grupo recomiendan hacer esto varias veces al año. Podemos mirar en Google o en redes, por ejemplo, para estar informados sobre qué datos de nosotros aparecen de forma habitual.

10. Si tu identidad digital ha sido dañada, pide ayuda. Poner en conocimiento de las autoridades y/o de organizaciones que se encargan a ayudar frente a la ciberdelincuencia nos ayudará y dará el apoyo necesario para responder ante situaciones complejas como puede ser ciberacoso, bullying, sextorsión o suplantación de identidad, por ejemplo.

Crédito foto: 1DayReview – Visualhunt.com