14 de junio de 2025

En medio de la deserción escolar, una aplicación colombiana enciende una luz de esperanza: ‘Brilla’

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Creada con empatía y tecnología por dos diseñadoras de Utadeo, esta herramienta busca reconectar a los jóvenes con el aprendizaje a través de la personalización y la gamificación. Su enfoque humano ya le ha valido el prestigioso premio Lápiz de Acero 2025.

Resulta preocupante pensar que más de 335.000 estudiantes abandonaron el colegio en Colombia durante 2023. Es una cifra que duele y que nos habla de una de las crisis más silenciosas y graves de nuestro sistema educativo. Pero en medio de este panorama, surge una iniciativa que busca cambiar el rumbo. Se llama ‘Brilla’, una aplicación móvil que no es solo tecnología, sino una promesa de apoyo para los jóvenes.

Desarrollada por Andrea Carolina González Villamil y Emily Rojas Rodríguez, dos egresadas de Diseño Gráfico de Utadeo, esta propuesta se enfoca con especial atención en la secundaria, sobre todo entre los grados 6º y 9º, una etapa crítica donde muchos caminos se bifurcan y las aulas empiezan a quedarse vacías.

Un problema que nos toca a todos

Las estadísticas son claras y contundentes. Según el Sistema de Protección y Análisis de la Deserción Escolar (SPADIES) del Ministerio de Educación Nacional, a los más de 335.000 casos de 2023 se suman los 374.123 registrados en 2022. Con una tasa promedio anual que ronda el 3%, la deserción se ha convertido en una alerta constante, que afecta de manera particular a los hombres jóvenes en su paso por la secundaria.

Entonces, ¿qué hace ‘Brilla’ para cambiar esto?

Más que una simple app educativa, ‘Brilla’ es una herramienta interactiva pensada para devolverle el sentido al aprendizaje. Lo hace a través de un enfoque muy humano y cercano:

  • Aprendizaje a tu medida: La aplicación primero intenta conocer a cada estudiante para luego adaptar los contenidos y las actividades a lo que realmente le gusta y le mueve.
  • Aprender se convierte en un juego: Utilizando la gamificación y una narrativa que viaja por el universo, el proceso educativo se transforma en una aventura emocionante y personal.
  • Reconocer que todos somos diferentes: Inspirada en la teoría de perfiles motivacionales de la docente D. A. Restrepo Quevedo, la app entiende que no todos aprendemos igual y clasifica a los estudiantes en cuatro perfiles para darles el apoyo que necesitan.

Estos son los cuatro perfiles que ‘Brilla’ identifica para personalizar la experiencia:

  • Estrategas: Para quienes disfrutan teniendo metas claras y analizando cada paso del camino.
  • Exploradores: Pensado para los curiosos, para aquellos que se motivan investigando por su propia cuenta y con autonomía.
  • Operativos: Ideal para estudiantes que se sienten más seguros y organizados con instrucciones claras y un camino definido.
  • Colaboradores: Para quienes encuentran en la interacción social, en el compartir y construir con otros, su mejor forma de aprender.

Una idea nacida del corazón del aula

La sensibilidad de este proyecto no es casualidad. “Ambas crecimos con padres docentes, por eso durante años vimos de cerca los desafíos del entorno educativo”, confiesa Emily. Ese deseo de transformar la realidad las llevó a poner el diseño al servicio de los estudiantes. Aplicaron metodologías como el design thinking y, fundamentalmente, escucharon. Realizaron pruebas con prototipos de papel en colegios de Suba (Bogotá) y Chiquinquirá (Boyacá), observando no solo lo que los jóvenes decían, sino lo que hacían, para construir desde una empatía real.

Un futuro que ya empieza a brillar

El reconocimiento con el premio Lápiz de Acero 2025 ha sido una poderosa confirmación para sus creadoras. “Recibir el Lápiz de Acero reafirmó nuestra convicción de que el diseño puede ser una herramienta poderosa para cambiar vidas”, puntualizó Andrea.

Aunque la aplicación aún es un prototipo, su visión va mucho más allá. “Nos encantaría ver a Brilla llegar a las aulas de todo el país, vinculada con instituciones educativas e incluso con el Ministerio de Educación”, añade Andrea, reflejando el anhelo de que esta herramienta aporte a una educación más inclusiva y efectiva. Al final, ‘Brilla’ es un recordatorio de que la tecnología, cuando se diseña con un propósito humano, tiene el poder de encender la chispa del conocimiento en cada estudiante, valorando sus propios caminos y ritmos para aprender.