2 de febrero de 2025

Así operan los bots en los conciertos: La guerra silenciosa por las boletas

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Con el fin de enero, muchos ya comienzan a contar los días para los esperados conciertos de estrellas como Shakira, Rels B, Maluma, J Balvin, y Bunbury. No obstante, en meses recientes, conseguir entradas para estos eventos se ha vuelto una misión casi imposible para los fanáticos. Apenas minutos después de iniciar la venta, los boletos se agotan rápidamente, solo para reaparecer en sitios no oficiales a precios desorbitados. Los bots son los principales culpables de este fenómeno.

Un bot, diminutivo de «robot», es un software diseñado para llevar a cabo tareas automatizadas en la web. En el ámbito de la compra de entradas, estos bots están programados para ingresar a las plataformas de venta online y adquirir grandes cantidades de boletos en cuestión de segundos, superando la capacidad de cualquier comprador humano. Ejecutan comandos que imitan a cientos o miles de usuarios reales, explotando las debilidades de los sistemas de las plataformas.

Estos bots suelen ser manejados por revendedores profesionales, quienes emplean servidores avanzados para eludir bloqueos y aumentar su rapidez. Una vez obtenidas las entradas, las revenden por precios que pueden alcanzar hasta diez veces el valor original, obteniendo enormes beneficios y perjudicando la experiencia de los consumidores.

En 2023, los bots constituyeron el 32% del tráfico en línea.

Jesús Friginal, profesor de la Universidad Europea y especialista en ciberseguridad, afirma que «Los bots maliciosos se han transformado en una de las principales amenazas digitales, constituyendo el 32% del tráfico global en 2023, según el reporte Imperva Bad Bot 2024.

Este aumento ha reducido el tráfico humano al 50,4% y afecta especialmente a sectores como el comercio minorista, el entretenimiento y los servicios financieros. Estos bots emplean tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial, para imitar comportamientos humanos y sortear las defensas tradicionales. Además, utilizan proxies y se disfrazan como agentes de usuario móvil, permitiendo que el 44,8% de sus actividades pasen inadvertidas incluso para sistemas de seguridad avanzados. El abuso de APIs también ha crecido de manera significativa, representando el 30% de los ataques en 2023, incluyendo apropiación de cuentas, explotación de vulnerabilidades y robo de datos, con pérdidas multimillonarias para las organizaciones.»

El uso de bots no solo perjudica a los aficionados al limitar su acceso a entradas a precios justos, sino que también afecta la reputación de los artistas y las empresas de boletaje. Además, refuerza la desigualdad de acceso, ya que solo quienes pueden pagar precios inflados logran asistir a los eventos.

Soluciones y esfuerzos globales

En naciones como Estados Unidos y el Reino Unido, ya se han establecido leyes que impiden el uso de bots para adquirir entradas. No obstante, en Colombia y otros países de América Latina, este desafío aún carece de una regulación definida. Algunas compañías de boletería han comenzado a adoptar soluciones tecnológicas, como sistemas CAPTCHA más sofisticados y algoritmos que identifican patrones de compra sospechosos. A pesar de esto, quienes operan bots siguen actualizando sus herramientas para evadir estas medidas.

Friginal señala que la tecnología blockchain es una de las opciones más prometedoras para enfrentar este problema: «El blockchain permite implementar contratos inteligentes que automatizan reglas como la verificación única de usuarios y limitan las compras, impidiendo el acceso automatizado de bots. Además, los registros descentralizados proporcionan trazabilidad completa y auditable en tiempo real, disminuyendo el fraude. Empresas como Ticketmaster ya están adoptando esta tecnología para asegurar la autenticidad de las entradas y prevenir la reventa fraudulenta. Su sistema TM1 Entry, por ejemplo, optimiza la experiencia del usuario al facilitar la lectura de entradas legítimas y detectar falsificaciones».

«En España, además, el INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad) ofrece herramientas gratuitas como Antibotnet, diseñadas para identificar y neutralizar redes de bots maliciosos», indica el experto de la Universidad Europea.

¿Qué pueden hacer los consumidores?

Aunque los usuarios no pueden controlar las tecnologías que sustentan las plataformas, hay ciertas acciones que se pueden tomar para reducir el efecto de los bots:

  • Comprar únicamente en plataformas oficiales y evitar los sitios de reventa.
  • Reportar actividades sospechosas a las empresas de boletería.
  • Unirse a iniciativas que exijan regulaciones más estrictas contra el uso de bots para la compra de entradas.

La lucha contra los bots es un desafío constante, pero con esfuerzos conjuntos de empresas, gobiernos y consumidores, es posible construir un ecosistema más justo y accesible para todos los fanáticos.