Internet de las cosas: la tendencia tecnología para conectar, electrificar y optimizar el futuro
En el camino hacia la electrificación del futuro, las tendencias en nuevos procesos, la inteligencia artificial y las tecnologías de la información han demostrado ser aliados imprescindibles. En este sentido, Centelsa by Nexans ha identificado al Internet de las Cosas (IoT) como una tendencia de cambio de paradigma con el potencial de reducir significativamente los costos, mejorar el rendimiento y aumentar la productividad en el sector empresarial.
Todo, incluidos artículos domésticos comunes, equipos médicos avanzados y accesorios personales, puede conectarse y sincronizarse con Internet gracias al proceso IoT. Los dispositivos IoT funcionan con firmware, sensores y conectores integrados que les permiten recopilar información y transmitir comandos para mejorar el funcionamiento y el rendimiento de varios dispositivos. Este ecosistema puede transformar un hogar simple en un hogar inteligente o incluso en una ciudad. una ciudad inteligente.
“La implementación asertiva del Internet de las Cosas le permitirá a los hogares y a las empresas un sólido crecimiento y desarrollo, pues aporta medidas disruptivas e innovadoras al sector. En primera instancia, se espera que las entidades industriales aumenten su productividad, mientras que en las personas ayuda a que el consumo energético reduzca en sus hogares. El IdC está creciendo entre 15 % y 20% al año en todos los ámbitos”, afirmó Julien Brin, Marketing director Colombia y Design Lab Manager Andeans en Centelsa by Nexans.
Más allá de las ventajas para la automatización, gestión y optimización de la seguridad y la privacidad en hogares y empresas, el Internet de las Cosas es un conjunto de herramientas con un potencial destacable para los entornos industriales y de gran escala. Al recopilar datos útiles para gestionar desde la iluminación hasta la seguridad y el consumo de energía eléctrica, el IdC puede contribuir a mejorar el control de la producción y las cadenas de suministro con el desarrollo de funciones para el seguimiento de mercancías y la recopilación de uno de los activos más importantes de este tipo de tecnología: los datos.
Según las estimaciones de la Agencia Francesa para la Transición y la ARCEP, para 2030 habrá más de 30 mil millones de objetos conectados en todo el mundo. Algunos se convertirán en objetos cotidianos, otros se utilizarán en aplicaciones profesionales.
Esta evidencia sugiere que su adopción no solo ayudará a las industrias a aumentar su productividad, sino que les permitirá a las personas reducir el consumo de energía en los hogares. El potencial de este tipo de tecnologías para la optimización y la productividad de múltiples recursos como la energía es infinito.