En 2026, el Open Banking alcanzará los más de $43 mil millones de dólares
El millonario modelo de negocio, que ya opera en Europa y Estados Unidos, ha entrado en los últimos años a Latinoamérica y apunta a consolidarse durante el 2023 en la región.
El open banking avanza por el mundo. Después de mostrar grandes resultados en economías del primer mundo, este modelo de negocio donde hay datos más abiertos para que todos los actores del sistema financiero puedan competir y elegir de mejor manera aterriza en Latinoamérica.
En México, donde desde hace años se viene trabajando en la reglamentación del Open Banking, han surgido compañías como Finerio Connect, experta en soluciones de punta a punta en Open Banking, Open Finance y Plataforma de manejo de Finanzas Personales, ha avanzado a otros países de la región como Colombia.
“El Open Banking y todas sus vertientes son una herramienta clave para el desarrollo de los sistemas financieros de América Latina. Los reguladores en distintos países, como Colombia, Chile y Brasil, lo saben y por eso avanzan en la reglamentación. Todos los actores del sistema se beneficiarán como lo muestran los casos de Europa y Estados Unidos”, aseguró José Luis López, CEO de Finerio Connect.
La llegada de Finerio Connect a Colombia, donde ha cerrado alianzas con Bancolombia y Sura, se dio a inicios del 2022, tan solo seis meses antes de que el Ministerio de Hacienda exhibiera el decreto que busca reglamentar el Open Finance. Además, este año Chile aprobó oficialmente la implementación del open banking en su territorio.
Según cifras del reporte Open Banking Market by Financial Services and Distribution Channel, de Allied Market Research, dentro de tres años este innovador modelo de negocio alcanzará un tamaño de mercado cercano a los $43.152 millones de dólares. En este contexto, la oportunidad de los sistemas financieros de Latinoamérica, que en muchos países han pedido la implementación, es crucial para mejorar sus indicadores de inclusión financiera y uso de productos.
En Colombia la pelota está del lado de las entidades regulatorias, más específicamente en la Superintendencia Financiera que tiene hasta julio de 2023 para dar las reglas de juego para la implementación del Open Banking. Por ahora, la institución ha consultado a expertos en el tema y diferentes actores del sector para no repetir errores que han surgido en este proceso en otros países.
“La Superintendencia Financiera está trabajando para lograr la mejor regulación posible. Hemos puesto nuestra experiencia no solo la de México sino también la de otros países donde hemos aportado, al servicio de la regulación colombiana”, aseguró López, quien ha participado de las discusiones con el regulador.