14 de enero de 2025
Carlos Ángel
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Los modelos de inteligencia artificial (IA) se han convertido en parte integral de la humanidad. De acuerdo con Statista, alrededor del 47% de las empresas en América Latina han adoptado la IA en sus operaciones comerciales. Por el contrario, solo un 16% de las empresas en la región no muestran interés en explorar la IA como parte de su transformación digital.

En este contexto, se observa cómo las marcas de tecnología de consumo, aplicaciones y otras plataformas han integrado componentes o agentes de IA en sus softwares. Esto tiene como objetivo facilitar y personalizar su uso, además de impulsar el desarrollo continuo de este campo de innovación que ha avanzado significativamente en la última década.

En un mundo cada vez más influenciado por la inteligencia artificial, las fronteras entre lo real y lo artificial se vuelven más difusas. Carlos Ángel, Gerente Regional de Tools For Humanity, empresa colaboradora de World co-fundada por Sam Altman y Alex Blania, indica que para 2025 surgirán tres tendencias importantes que redefinirán nuestra interacción con la tecnología.

  1. Crecimiento de interacciones híbridas entre máquinas y humanos

Las líneas divisorias entre humanos y máquinas se están volviendo más borrosas en áreas esenciales como atención al cliente, ventas, marketing y reclutamiento. Esto lleva a un incremento en las interacciones híbridas, donde la inteligencia artificial colabora con personas reales para brindar experiencias personalizadas, como en el caso de los ChatBots.

Estas interacciones no solo incrementan la eficiencia de las empresas, sino que también abren nuevas oportunidades para personalizar tanto la atención al cliente como los procesos de selección. Aunque la IA tiene el potencial de optimizar y acelerar numerosos procesos, los humanos continuarán siendo clave en el liderazgo de estas interacciones híbridas. La empatía, el juicio ético y la creatividad son habilidades humanas fundamentales que las máquinas no podrán replicar por completo.

«La colaboración entre humanos y máquinas está redefiniendo la productividad y la eficiencia alcanzable en las organizaciones, pero debemos asegurarnos de que esta sinergia esté anclada en la autenticidad y en la transparencia.«, destaca Ángel.

  1. El uso de pruebas de humanidad, la contraparte esencial de la IA

La verificación de humanidad es un procedimiento diseñado para confirmar que una acción digital o cuenta pertenece a un ser humano real, único y vivo, en lugar de a un bot, inteligencia artificial o sistema automatizado. Hace solo tres años, esta idea parecía superflua, pero esto ha cambiado radicalmente. Los bots basados en IA no son intrínsecamente malos, pero pueden ser utilizados para una variedad de propósitos, desde la difusión de desinformación hasta el phishing y los deep fakes. Estos problemas seguirán aumentando.

Tecnologías de verificación de humanidad como World ID ya ofrecen una capa útil de confianza para las interacciones digitales, pero van más allá. También pueden integrarse con otras tecnologías existentes, como Face Auth, para desarrollar herramientas avanzadas como Deep Face, que protegen contra los deep fakes y otros tipos de fraude.

Según un representante de Tools For Humanity, para 2025 la adopción generalizada de herramientas como World ID podría marcar el comienzo de una nueva era digital, ya que la verificación de humanidad busca establecerse como un estándar global que asegure la autenticidad humana en un mundo donde la inteligencia artificial seguirá ganando protagonismo como parte esencial de nuestras vidas. La meta es crear espacios digitales más seguros y confiables.

  1. Resurgimiento de ecosistemas solo para humanos 

La era de las comunidades peer to peer (de igual a igual) está resurgiendo, gracias a pruebas biocriptográficas de humanidad que confirman la existencia real y única de una persona en entornos digitales. En un mundo donde la automatización y los bots proliferan, estas pruebas garantizan que las interacciones sean genuinas y que solo los humanos participen en determinados espacios virtuales. Este fenómeno está revitalizando los ecosistemas donde la confianza y la autenticidad son esenciales para la interacción.

La tecnología está devolviendo el control a las personas, permitiéndonos interactuar en espacios virtuales donde la confianza no se da por sentada, sino que se valida de forma constante«, afirma Ángel, “esto nos da la oportunidad de saber que estamos en contacto con otras personas en espacios diseñados exclusivamente para la interacción humana; como las apps de citas o compra de boletos para conciertos, por ejemplo”. 

Este renacimiento también tiene un efecto significativo en la accesibilidad y la inclusión. Con el rápido avance de la tecnología, es crucial que las innovaciones sean accesibles para todos, garantizando que cada persona pueda interactuar de manera segura y confiable en un entorno digital. El objetivo es establecer un espacio donde los individuos puedan vincularse, comunicarse y desarrollarse sin la interferencia de tecnologías automatizadas o engañosas.