La animacíon 2D en los videojuegos está tomando fuerza

¡La animación 2D está de vuelta, y vaya que lo ha hecho con fuerza! Parece que los videojuegos están viviendo un verdadero «momento dorado» con esta técnica, y sinceramente, nos encanta. Lo que antes parecía una reliquia del pasado, ahora se ha transformado en una herramienta increíblemente poderosa, capaz de desatar la creatividad y darle una identidad visual única a los juegos. Es fascinante cómo, desde grandes estudios hasta pequeños desarrolladores, todos pueden crear experiencias realmente únicas.

Esta renovada popularidad va mucho más allá de la simple nostalgia, ¡es una auténtica revolución! Está cambiando la forma en que los videojuegos se hacen, se ven y, lo más importante, cómo los disfrutamos.

Verónica Johana Suárez Molina, la directora del programa de Tecnología en Animación y Postproducción Audiovisual de Areandina, en Bogotá, nos explica que este auge se debe en gran parte a que las herramientas tecnológicas ya no son exclusivas de los grandes estudios.

“Hoy estamos viendo cómo motores de desarrollo y software de animación permiten a equipos pequeños, e incluso a creadores individuales, lograr resultados que antes solo se podían obtener con grandes presupuestos”, comenta Suárez, y es una verdad que nos llena de entusiasmo.

Gracias a estas nuevas posibilidades, la animación 2D ha dejado de ser una opción limitada para convertirse en una fuente inagotable de innovación, desde los indies más encantadores hasta los grandes títulos que compiten a nivel internacional.

Hablemos de las cuatro grandes fuerzas tecnológicas que están detrás de esta transformación del 2D:

• Herramientas más potentes y accesibles: El desarrollo de motores gráficos avanzados ha simplificado muchísimo el trabajo en 2D. Unity, por ejemplo, es un entorno ideal donde artistas y programadores pueden colaborar de forma eficiente, ¡una maravilla! Y Godot Engine 4.2, que es de código abierto y gratuito, está ganando muchísimos adeptos gracias a sus herramientas de animación procedural, físicas 2D y sistemas de huesos digitales. Esto significa que se pueden lograr movimientos complejos sin tener que dibujar cada cuadro, lo cual es un alivio para muchos. Además, programas como Spine 2D, Live2D Cubism y Blender (con su genial herramienta Grease Pencil) han ampliado el abanico de posibilidades creativas, permitiendo animaciones más fluidas, expresivas y con un impacto visual asombroso. Lo mejor es que estas herramientas incluso permiten mezclar la animación tradicional con entornos tridimensionales, sin perder esa esencia tan especial del 2D.
• La inteligencia artificial como asistente creativo: La IA está, sin duda, transformando la manera en que se produce la animación. Piensen en esos procesos que antes tomaban horas o incluso días, como crear los cuadros intermedios, limpiar las líneas de dibujo o diseñar expresiones faciales… ¡Ahora se pueden automatizar en segundos! Herramientas como RunwayML, Kaiber, DeepMotion o los sistemas de IA de Adobe Sensei están revolucionando los flujos de trabajo, lo que permite a los artistas enfocarse en lo más importante: contar historias y diseñar experiencias visuales que realmente cautiven. Y sí, esto también ayuda a reducir costos y tiempos de desarrollo, abriendo las puertas a más creadores para que se lancen a desarrollar videojuegos sin la necesidad de equipos gigantes.

• La fusión de estilos 2D y 3D: Cada vez más estudios se atreven a experimentar con estilos híbridos, mezclando lo mejor del 2D y el 3D. El éxito rotundo de películas como Spider-Man: Into the Spider-Verse o series como Arcane ha sido una gran inspiración para que los videojuegos adopten esta combinación de técnicas. Esta fusión permite crear mundos con una profundidad tridimensional, pero manteniendo esa estética y estilo gráfico que tanto nos recuerdan a los dibujos animados de toda la vida. El resultado es una experiencia visual fresca, original y muy atractiva para los jugadores, quienes valoran muchísimo tanto la innovación técnica como el estilo artístico.

• El regreso del arte hecho a mano y la alta fidelidad visual: Aunque la tecnología ha avanzado a pasos agigantados, hay una tendencia muy fuerte a recuperar ese toque artesanal. Juegos como Cuphead, animado completamente a mano, o Hollow Knight, con sus fondos pintados y personajes dibujados cuadro por cuadro, nos han demostrado que el arte tradicional sigue teniendo un impacto emocional enorme. Esta tendencia convive, curiosamente, con una exigencia de mayor calidad visual: buscamos sprites más detallados, efectos de luz realistas y paletas de colores más ricas, todo dentro de una estética 2D clara y muy cuidada. Esto nos confirma que lo «retro» ya no es sinónimo de «simple», sino de una opción artística increíblemente poderosa.

Entonces, ¿por qué este modelo sigue siendo tan atractivo para nosotros? El 2D tiene una ventaja clave: su simplicidad visual permite al jugador concentrarse en lo que realmente importa. Historias bien contadas, personajes carismáticos que nos llegan al corazón, mundos con personalidad y una atmósfera envolvente que nos atrapa por completo. En un mundo saturado de gráficos hiperrealistas, el 2D nos ofrece una experiencia más íntima y artística, casi como un abrazo visual.

Además, en términos de jugabilidad, los controles en 2D suelen ser más directos y precisos, lo cual es fundamental. Esto es esencial en géneros como las plataformas (pensemos en Celeste), los metroidvanias (como Hades II o Animal Well), los roguelikes (ese adictivo Balatro) y los RPGs narrativos (donde Sea of Stars brilla con luz propia). El diseño en dos dimensiones favorece mecánicas rápidas, una fluidez en los movimientos y una respuesta más inmediata del jugador, elementos clave que definen una gran experiencia de juego.

¿Qué nos depara el futuro? Todo indica que este tipo de animación seguirá creciendo y evolucionando, y eso nos entusiasma. Se espera que la inteligencia artificial juegue un papel aún más importante, asistiendo en tareas complejas como el movimiento facial y corporal en tiempo real.

Esto no solo hará el proceso más eficiente, sino que permitirá alcanzar niveles de expresividad que nunca antes habíamos visto. También prevemos una mayor diversidad de estilos visuales, algo que se facilitará gracias al acceso abierto a herramientas poderosas y al creciente número de creadores en todo el mundo que están experimentando con esta forma de arte.

Como bien concluye Suárez,

“Estamos viviendo una nueva era de la animación 2D. No se trata de una moda, sino de una transformación profunda que está redefiniendo la forma en que se crean, se ven y se disfrutan los videojuegos”.

¡Y no podríamos estar más de acuerdo!