De esta manera mejora la experiencia de juego un monitor con alta tasa de refresco
El mundo gamer tiene muchas ramas. Están los fanáticos de las consolas, los amantes del PC, los que disfrutan más del mundo 2D, los que buscan el máximo nivel gráfico, los que juegan con mandos o los que prefieren el ratón y el teclado a toda costa. Sin embargo, algo que toda la comunidad puede apreciar en sus sesiones de juego es la fluidez con la que fluye su experiencia de juego.
La fluidez se divide en dos partes. La primera es la capacidad de un computador o una consola para poder correr los procesos al máximo de velocidad que permita el juego, lo que depende principalmente de la configuración de GPU, RAM y procesador. Por otro lado se encuentra la tasa de refresco que el monitor conectado a ese sistema puede tener. Pero, ¿por qué es tan importante el segundo?
Los tres bloques de la fluidez
El mundo gamer recurre a monitores de una alta frecuencia de refresco como el Huawei MateView GT debido a la experiencia final de un juego. Simplificando el concepto, un monitor de 60Hz podría mostrar hasta 60 fotos distintas en un segundo, mientras que un monitor de 165 Hz puede mostrar 165 imágenes distintas en ese mismo espacio de tiempo.
Cuando se lleva este concepto al movimiento, lo que el ojo humano percibe es que a mayor tasa de refresco, más fluido se ve el movimiento. Por este motivo, durante un juego, el movimiento puede verse más entrecortado y poco natural en un monitor de frecuencia baja, pero puede verse y sentirse de manera natural al llegar a frecuencias más altas.
Este concepto de frecuencia también involucra la velocidad en la que llega la señal a la pantalla. Cuando un computador o una consola manda una señal de 30 cuadros por segundo en una pantalla de 60 Hz, el monitor es capaz de mostrar dos veces por segundo cada uno de esos cuadros. Ahora, si la señal que envía es a 120 cuadros por segundo, la mitad de los cuadros no se puede ver. Si esa velocidad aumenta a 480, solo un octavo de la información está pasando. Cuando la velocidad de la señal emitida y de la reproducción son muy disparejas puede presentarse un efecto conocido como el ‘tearing’ de pantalla.
Este efecto es una ruptura de la señal, donde una parte de la pantalla ha recibido un fragmento de la señal y al llegar al final está reproduciendo otro fragmento. Lo anterior genera líneas que molestan y distraen al jugador, en ocasiones costándole la partida. Monitores como el MateView GT permiten reproducir a altas frecuencias, por lo que evita el problema en la mayoría de juegos; pero, además, se comunican muy bien con las GPU aprovechando al máximo tecnologías como el V-Sync, G-sync y Freesync para evitar esto en juegos que van extremadamente rápido.
Así mismo, la tasa de refresco involucra la capacidad de reacción del jugador. Si bien el computador o la consola pueden reproducir el comando del jugador en milésimas de segundo, cuando la señal llega al monitor han pasado otras milésimas más. Ya que el movimiento se ve más fluido en altas frecuencias de refresco, el jugador puede reaccionar más rápido a los elementos que aparecen en pantalla. Esto es algo sumamente importante en juegos que requieren velocidad de reacción como lo son entregas competitivas como Fortnite, CoD u Overwatch. En un torneo, cada milisegundo cuenta.
En pocas palabras, si el monitor es capaz de ir a la velocidad del juego, el jugador puede reaccionar, moverse y sentirse dentro de la experiencia de juego. Si además esto se acompaña de una pantalla WQHD como la del MateView GT, la experiencia es aún más inmersiva, positiva y de un completo ganador hasta en las partidas más exigentes.
Disponibilidad y precio
Los jugadores que busquen actualizar su monitor a la siguiente generación pueden conseguir el Huawei MateView GT de 34” WQHD con barra de sonido integrada por un precio promocional de $2.599.900 a través de la tienda virtual Huawei Store por tiempo limitado. También podrán encontrarla en los principales almacenes en cadena del país.
Via; Huawei Colombia