A pesar de los avances logrados, en los últimos años ha continuado la brecha de desigualdad en la integración de la mujer y la ciencia y la tecnología. Menos del 10% de las mujeres trabaja en la industria, pero en los últimos años, con la contratación de puestos técnicos, el número de mujeres que ocupan puestos de responsabilidad en la industria tecnológica en América Latina ha aumentado en un 18%: 60% de los directores técnicos y 43 % de desarrolladores web, según la investigación de LinkedIn.
A nivel mundial, solo el 3 % de las mujeres universitarias están cursando estudios en el ámbito de las tecnologías de la comunicación y la información (TIC), según reportes de la UNESCO. Según la firma de consultoría McKinsey, si en Estados Unidos se lograra garantizar la equidad de género entre hombres y mujeres en el campo de las Tecnologías de la Información (TI), el PIB del país se aumentaría en un 26%.
En Colombia, la participación de hombres en la industria tecnológica es del 61%, mientras que la de las mujeres es del 39%. A esta cifra se suma la diferencia salarial que hay entre hombres y mujeres en el sector de las TI que, de acuerdo con el estudio publicado en 2018 por Ticjob.co, es del 15%. En línea con los datos entregados por el observatorio TI del MinTIC.
Aunque hoy la transformación digital y la adopción tecnológica han tenido mayor injerencia en la educación y en las empresas, es clara la brecha de género existente, la cual se mide con el porcentaje de mujeres que realiza estudios en esta materia. Prueba de ello es que las Becas de Talento TI que otorga el Gobierno colombiano son ocupadas en un 76% por hombres y en un 24% por mujeres. Igualmente, cifras del MinTIC evidencian la desigualdad de género en las inscripciones a carreras universitarias del sector por parte de las mujeres en programas como, Ingeniería de Sistemas, donde es de 39% y en Ingeniería Electrónica es de tan solo el 18%.
Sin embargo, existen casos de mujeres que han logrado obtener altos cargos en la industria, como Lina Monsalve, actual Country Manager de Dafiti Colombia. Lina es Ingeniera Industrial de la Universidad de los Andes, con un MBA en el Sloan School of Management de MIT en Boston. Cuenta con más de 15 años de experiencia liderando la transformación de las empresas y el desarrollo de estrategias financieras. Trabajó como Asociada y Engagement Manager en McKinsey durante tres años; también hizo parte del equipo de Latam Airlines como líder de planeación estratégica y luego como CFO (Chief Financial Officer). Hizo parte del equipo de UberEats como General Manager para la región Andina, Centroamérica y el Caribe, y desde su llegada a la compañía en el segundo semestre del 2020, participó en el crecimiento de Dafiti a nivel regional, el cual fue de 30% en el 2020.
“En lo personal, haber trabajado en consultoría los primeros años de mi carrera profesional me dio la posibilidad de pensar diferente. Además, tuve la oportunidad de estudiar en el exterior, lo que me ayudó a complementar mi perfil profesional, sumado a la experiencia que tuve en LATAM Airlines y en su proceso de transformación corporativa. En particular creo que el tema de la maternidad y, en general el tener un rol , más acentuados de cuidadoras (puede ser de adultos mayores), nos pone un reto adicional. En este caso, creo que las barreras principales son:
-Ambientes y políticas laborales que no promueven un balance sano entre la vida de trabajo y familiar.
-La falta de políticas de las instituciones / empresas que promuevan el equilibrio entre hombres y mujeres (ej. licencia de maternidad / paternidad equitativa, no incentivos para equidad de género en los diferentes niveles de la organización.
-Falta de procesos que balanceen los sesgos inconscientes, por ejemplo, en los temas de reclutamiento, adoptar prácticas, que incluyan mujeres, en el comité evaluador de los candidatos , y así balancear, los sesgos inconscientes que colaboradores hombres pueden tener hacia candidatas mujeres”
Entendiendo que la igualdad de género es un factor clave que impulsa la innovación, y aspecto fundamental para el desarrollo del sector tecnológico, las compañías ahora deben ser más conscientes del rol que ocupa la mujer, en el mercado laboral, específicamente en el área tecnológica. Aumentando la inclusión a la mujer, se reduce la desigualdad social y mejorará la innovación técnica: se han realizado investigaciones sobre ambos géneros y en las mujeres hay un grado superior en la resolución de problemas, innovación y productividad. Por eso, limitar a la mujer al acceso de investigación podría hacer que se pierdan al menos un 50 % de valiosas perspectivas.
“En cualquier empresa es supremamente importante contar con el liderazgo de las mujeres. En el campo del ecommerce las mujeres son, en gran medida, quienes toman la mayoría de las decisiones de compra de los hogares. Por esto se hace tan relevante incluir su input de primera mano en las estrategias. Las mujeres tenemos la capacidad de crear soluciones que faciliten nuestro día a día de manera constante, ¿no les parece?”.- concluyó Monsalve.
Via: Daditi Group
